Parece increíble, pero tenemos un club que va más allá de lo meramente deportivo. Aparte de los triunfos y éxitos de los mayores, los más pequeños van haciendo sus pinitos en el Judo. Pero que los resultados sean buenos es quizás lo menos importante, aunque todos sabemos que es la recompensa al trabajo bien hecho, lo más impresionante de todo es ver la cara que se les pone a estos chicos y chicas de 5 y 6 añitos al conseguir sus trofeos. La relación entre ellos es magnífica y ese ánimo y camaradería se transmite un poco más allá, hacia los padres y familiares de estos que están viviendo un deporte de los que algunos de ellos ni siquiera les habían prestado atención.
Esto me da la razón de que el trabajo está bien realizado por parte de unos maestros que lo dan todo por la enseñanza del Judo y sus valores.
Me siento orgulloso de pertenecer a este club y ser padre de alumnos del mismo.
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